La
semana pasada se había hecho pública la propuesta del presidente Donald Trump
de subir el porcentaje de los aranceles en las importaciones de acero y
aluminio como parte del retorcido proyecto para fomentar la industria nacional
y hacer a América grande otra vez, una frase que hemos oído desde poco más de
un año y que, en cierto sentido, comienza a dar frutos.
Este
jueves, fue toda una realidad y la orden entrará en vigor 15 días posteriores a
la firma de este: lo que se acordó fue arancel del 25% al acero y de 10%
al aluminio. Una de las causas principales que justifican tal decisión fue
hacer una "guerra comercial justa" ya que Estados Unidos, según las
declaraciones de Trump , ha sido víctima de varios países que se aprovechan de
él y que ni el país, la industria y los trabajadores estadounidenses deben
seguir bajo esas condiciones de injusticia.
Según
una gráfica de un reporte de la BBC (con base en el Departamento de Comercio de
E.E.U,U), entre los principales países que exportan acero a Estados Unidos
se encuentran Canadá en primer lugar, la Unión Europea en segundo lugar, Corea
del Sur, México, Brasil, Japón, Taiwán, China, Rusia y Turquía.
Hay
muchas intrigas respecto al asunto y es que Estados Unidos es una de las
principales potencias del mundo (para muchos es La potencia), en donde se depende
en gran parte de las acciones que tome. Tal vez, pueda ser benéfico para las
empresas estadounidenses (las cuales han aumentado su valor) y es lo que precisamente
se busca, mejorar las condiciones internas del país pero puede poner de cabeza
gran parte del sistema económico internacional, especialmente en un mundo en
donde la interdependencia (aunque asimétrica) se hace muy presente y donde
países como China (como la BBC menciona), pueden devolver la jugada y así iniciar una guerra comercial
que puede hacerse más y más grande e
incluso abarcar temas que vayan más allá de lo comercial.
Varios
son los socios que justifican ser un cercano aliado de Estados Unidos y que,
por lo tanto, los nuevos aranceles no se les tendrían que aplicar, sin embargo,
esto es algo que está por verse ya que, si se ha sido tan injustos como Trump
menciona, las posibilidades de que esto suceda son nulas. Pero no todo “está perdido”, al ser Canadá y México exportadores
de acero y miembros del TLCAN, Estados Unidos ha decidido ser “comprensivo” con
sus socios y no emitir alza en los aranceles, aunque esta medida sólo es temporal
en lo que se resuelve el tratado.
En
mi opinión, este tipo de acción es un tanto riesgosa, me intriga el hecho de
que pone los intereses nacionales por delante de todo, pero como ya mencioné
hay que pensar como jefe de Estado que ciertas acciones pueden repercutir de la
manera contraria a lo que se esperaba. Igualmente hay que analizar si este tipo
de acción beneficia a toda lo población porque esto sólo parece beneficiar a un
grupo muy reducido.
Es
curioso como da vueltas todo, puesto que hace unas décadas, Estados Unidos
abogaba por la liberalización de los mercados y las ideas de libertad y
democracia. Sin embargo, hoy en día apuesta a todo lo contrario y aunque estas
ideas emanan un poco más de Trump, están agradando a varios que pensaban igual que
él pero que no se atrevían a mostrarlo. Pero, ¿Por cuánto tiempo podrán las
acciones de Trump encontrar un límite que le permitan entender que muchas de
las medidas que realiza y quiere realizar podrían resultar contraproducentes?
Ver tabla y más:
http://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-43340082
http://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-43251415
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