Como sabemos, la Guerra Fría fue un conflicto indirecto desarrollado
desde la década de los 40 hasta principios de la década de los 90 donde el
mundo se dividió en dos ejes liderados por Estados Unidos y la ideología
capitalista de un lado y la URSS con una ideología comunista por el otro. Aunque no hubo un conflicto directo entre ambos,
si se dieron varias guerras y acontecimientos en las que estos países
estuvieron involucrados.
Si bien este conflicto
indirecto finalizó con la disolución de la URSS, parece que hoy en día está podemos
apreciar ciertos tintes de tal guerra que hace pensar en cierta forma
descabellada ¿acaso esta guerra terminó?
Independientemente de cuál pueda ser la respuesta, lo
cierto es que aún existe una tensión y competencia entre Rusia y Estados Unidos,
y claro, algunos potenciales competidores como China.
Desde ya hace poco más de un año, el gobierno
estadounidense había acusado al gobierno ruso de espionaje e interferencia en
las elecciones de 2016. Sin embargo, hasta este este jueves 15 de marzo de 2018
se señaló formalmente a Rusia sobre los acontecimientos y además se impusieron
sanciones, las cuales son contra 5 entidades y 19 individuos alegando razones
que suenan muy al estilo de Hollywood pero que al fin de cuenta no resultan tan
desapegadas a la realidad actual y que pueden servir como justificación a
Estados Unidos para hacer un contraataque y convencer a la comunidad internacional
de que eso es lo adecuado y que sólo se está actuando en favor del país: algo con
lo que Estados Unidos ya tiene experiencia.
Algunos ejemplos que podemos rescatar sobre la intervención
de Rusia en asuntos de Estados Unidos y otros países están: el ingreso a sistemas
del sector energético, sistema central, asuntos de aviación, agua, comercio, entre
otros.
Actualmente la tensión entre Rusia y Estados Unidos se está
haciendo más grande pero no lo suficiente para iniciar un conflicto, al menos
no uno que tenga que ver con la destrucción del otro, pero no hay que pasar por
alto que cada país actuará como mejor le convenga.
Si bien este no es un conflicto que involucre la
intervención de fuerzas militares o problemas económicos, podemos apreciar que
los conflictos van evolucionando y tanto el ciberataque como el espionaje son
ejemplos de ello que pueden ser incluso más sofisticados que cualquier otro
ataque que involucre el uso de armas. Rusia y Estados Unidos son dos países que
están conscientes de esto, una guerra en la actualidad ya puede ser posible por
medio de ataques con este tipo de tecnología, utilizando los “secretos” del
otro como forma de ir un paso adelante.
Podemos decir que ahora que aquellas películas que hablan
de espionaje y ciberataques ya no parecen ser tan imposibles o poco comunes
como las imaginábamos, No obstante, esto no siempre puede reemplazar a la vieja
escuela de las armas y la demostración del alcance que estas poseen.
Lo cierto es que las tensiones siguen presentes. Y lo único
que podemos hacer es esperar que ni Rusia ni Estados Unidos y países con
posibilidad de hacer frente a estos (como China y Corea del Norte) decidan “apretar”
el botón que inicie un conflicto (aunque por las consecuencias que esto puede
causar, es muy poco probable… pero no imposible).
Ver más: http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2018/03/15/eu-sanciona-a-rusia-por-ciberataques-y-elecciones-2946.html
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