¿Qué es lo primero que piensas cuando escuchas el nombre de Donald Trump? Probablemente vienen a tu cabeza palabras como "muro", "migración", "América" y otras más. La polémica está presente en cada palabra que emite, pero no es sino hasta que actúa cuando la incertidumbre aparece. Esta semana, la incertidumbre se dirigió hacia la relación México-Estados Unidos.
Aunque México cede constantemente a los intereses de Estados Unidos, la relación entre ambos también es tensa en algunas situaciones debido a diversos factores. Esta semana, una caravana proveniente de Honduras con destino a Estados Unidos logró llegar a Oaxaca amenazando la seguridad de este por lo que Trump se pronunció vía Twitter.
El jueves se realizó una orden que establecía que la Guardia Nacional, con aproximadamente 4 mil personas, se desplegaría a lo largo de la frontera sur con el fin de apoyar a la policía fronteriza y detener la caravana y en general cualquier migrante ilegal que pueda contribuir a la amenaza a la seguridad nacional. Se justifica que el país tiene leyes débiles y que, a menos que el Congreso no permita que haya financiamiento para la construcción del muro fronterizo, no se podrá hacer nada más.
El jueves 5 de abril, la respuesta del presidente de México Enrique Peña Nieto no se hizo esperar: durante el discurso emitido en sus redes sociales y las del gobierno federal habló sobre el intento de llevar una relación armoniosa y de cooperación con el país, el obvio rechazo a lo que se esta realizando en la frontera tanto por los candidatos a la presidencia como por el Senado y los mismos mexicanos.
La decisión del gobierno estadounidense y en concreto de Trump, según algunas opiniones tiene que ver con las elecciones intermedias y obviamente conseguir financiamiento de una vez por todas para el muro. Por otro lado, a pesar de que la Guardia Nacional sólo "dará apoyo" en la frontera, el simple hecho de dar la orden nos muestra que la tensión es cada vez más grande y nos hace pensar qué pasará con la relación México-Estados Unidos en temas como el TLCAN, que aún sigue en proceso de negociación.
A pesar del escándalo por el despliegue de la Guardia Nacional este año, es importante mencionar que Trump no ha sido el único presidente que ha hecho esto, ya Obama durante su gestión hizo algo similar (e incluso tuvo mayores elementos) y algo que podemos cuestionar es de dónde saldrá el dinero para financiar esto, ya que las cantidades invertidas oscilan entre mil millones de dólares, una cantidad que el gobierno estadounidense tendrá que buscar muy bien para conseguir.
Aún quedan por ver si hay más respuestas y/o negociaciones que puedan ofrecer ambos países para tratar de resolver esta controversia. Sin embargo, por la obsesión de Trump por construir el muro y las distintas actitudes que se han visto con las últimas decisiones que ha tomado con respecto a otros temas, es poco probable que haya un consenso y, en dado caso de uno, por el dominio que tiene Estados Unidos sobre México, las soluciones serían mayormente favorables para el vecino del norte.
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